Le dieron duro a “Kukín” Flores en partido de práctica entre grones e Inti Gas


Tras el triunfo de Alianza en Iquitos ante CNI, la felicidad se instaló de nuevo en Matute. Las aguas se apaciguaron y la tranquilidad reinaba... hasta ayer que llegó Kukín a La Victoria.
Lo que parecía ser una apacible disputa de preparación previa al inicio del campeonato terminó en una bronca descomunal, que alteró la calma en el coloso victoriano.
Caras conocidas visitaron Matute, después de muchas lunas Edgar Ospina, Renzo Benavides y Carlos Kukín Flores volvieron a la cancha donde alguna vez fueron locales. Esta vez eran visitantes, llegaron con la delegación del recién ascendido Inti Gas para enfrentar a un combinado de jugadores de las categorías Sub-17 y Sub-20 aliancistas en un partido amistoso.
A un lado del campo, Pepe Soto observaba atento el cotejo junto al preparador físico Alexis Cortez, quien no se cansaba de dar indicaciones a sus jóvenes pupilos, algunos de ellos ya en el primer equipo.
Todo marchaba sin sobresaltos, los dirigidos por el Peinadito Ospina acosaban al arco íntimo y el talento de Kukín conducía al conjunto ayacuchano. Sin embargo, la chispa de Flores encendió también su vehemencia, dejando siempre la pierna fuerte.
El reloj del árbitro Julio Chauca marcaba un poco más de veinte minutos de juego cuando el partido se paralizó de golpe. Un exaltado Kukín reclamó una falta a un adversario, quien lejos de quedarse callado se defendió como pudo de los ataques del díscolo mediocampista.
Entonces, Flores, pechó al juvenil aliancista, le mentó mil veces la madre y cuando estuvo a punto de llegar a las manos le pararon el macho.
El metro ochenta y pico de Juan Goyoneche (arquero aliancista) lo sorprendió. La lozanía y potencia del chinchano se impuso a la experiencia de Kukín, propinándole certeros puñetazos que lo dejaron tirado en el césped, sin fuerzas para defenderse. La bronca se generalizó, dos bandos enfrentados y Kukín queriendo reponerse de la vergüenza. El ex Boys se levantó y cual ninja japonés lanzó una patada voladora a su agresor. Mientras tanto Pancho Pizarro (preparador de arqueros), Cortez, Soto y hasta Ciurlizza, quien corría a un lado del campo, intentaban desesperadamente terminar la gresca.
Matute fue un ring de box tailandés, pero al final Goyoneche hizo respetar la casa, ganándose los aplausos del escaso público que espectaba atónito la pelea. Fin de la batalla campal y los dos jugadores terminaron fuera del campo.
Al final, el resultado del partido fue anécdotico. Un 2-0 para Inti Gas, pero en el global los grones impusieron su ley, la del más fuerte.

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