Una premisa que aprendí es que el fútbol lejos de ser una pasión, para saber disfrutarlo, hay que anteponer la razón.
Eso le faltó a la selección peruana. Usar la cabeza. Y no precisamente para hacer goles con la frente, sino también para actuar con inteligencia. Desde el técnico Tito Chumpitaz hasta el último de los convocados.
Esta selección peruana me decepcionó. Se tomó a pecho el palabreo argentino del Checho Batista, quien dijo que temía a Perú. Y los peruanos subestimaron a los albicelestes, más cuando Trujillo marcó de un soberbio golazo el 1-0 a los 3' iniciales.
Hasta ese momento pensé que estaba equivocada. Que Perú no se había sabido mostrar ante Ecuador ni Colombia. Pero luego volvió a caer en su divisionismo interno que lo mató desde antes de llegar a Maturín.
Y esa poca fe peruana se diluyó comforme se multiplicaban los errores de Saco Vértiz y Zela en la defensa, que permitían el torrencial ataque argentino, y más si en ofensiva La Torre no significaba peligro para los rivales.
Así, de tanto atacar, Cristaldo, a los 25', colocó el empate para argentina.
En el complemento se esperó al tan mentado Danny Sánchez, pero el jugador de Cristal no estaba bien de ánimo y no hizo mucho para juntarse con Manco que tenía mucha marca.
Argentina se fue al ataque otra vez porque creía que Perú no le haría daño.
Es así como Salvio anotó el 2-1 a los 31'. Corzo llegó tarde a la marca. Tardó más que su propio entrenador en entrar en razón. ¿Tito Chumpitaz reconocerá sus errores?
Lo que tengo claro es que los técnicos son apasionados. Y a veces se olvidan de usar la razón. Una pena por Perú, que ya está eliminado del Sudamericano
Eso le faltó a la selección peruana. Usar la cabeza. Y no precisamente para hacer goles con la frente, sino también para actuar con inteligencia. Desde el técnico Tito Chumpitaz hasta el último de los convocados.
Esta selección peruana me decepcionó. Se tomó a pecho el palabreo argentino del Checho Batista, quien dijo que temía a Perú. Y los peruanos subestimaron a los albicelestes, más cuando Trujillo marcó de un soberbio golazo el 1-0 a los 3' iniciales.
Hasta ese momento pensé que estaba equivocada. Que Perú no se había sabido mostrar ante Ecuador ni Colombia. Pero luego volvió a caer en su divisionismo interno que lo mató desde antes de llegar a Maturín.
Y esa poca fe peruana se diluyó comforme se multiplicaban los errores de Saco Vértiz y Zela en la defensa, que permitían el torrencial ataque argentino, y más si en ofensiva La Torre no significaba peligro para los rivales.
Así, de tanto atacar, Cristaldo, a los 25', colocó el empate para argentina.
En el complemento se esperó al tan mentado Danny Sánchez, pero el jugador de Cristal no estaba bien de ánimo y no hizo mucho para juntarse con Manco que tenía mucha marca.
Argentina se fue al ataque otra vez porque creía que Perú no le haría daño.
Es así como Salvio anotó el 2-1 a los 31'. Corzo llegó tarde a la marca. Tardó más que su propio entrenador en entrar en razón. ¿Tito Chumpitaz reconocerá sus errores?
Lo que tengo claro es que los técnicos son apasionados. Y a veces se olvidan de usar la razón. Una pena por Perú, que ya está eliminado del Sudamericano
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